Mucho escuchamos sobre tratamientos, productos y dietas para reducción de peso con resultados sorprendentes; sin embargo, muchas veces no sabemos que es lo que se está perdiendo y cómo responderá nuestro organismo a ese sistema.
Cuando hablamos de reducción saludable, nos referimos a la reucción de solo el porcentaje de grasa. La reducción de peso nunca debe ser del porcentaje de masa muscular y en el caso que se genere pérdida de agua por un mecanismo natural, esta se debe reponer adecuadamente durante el consumo de líquidos diarios recomendados.
Cuando utilizamos productos para bajar de peso como diuréticos o aplicamos dietas demasiado hipocalóricas, podemos perder varios kilos a la semana; sin embargo estos kilos no serán precisamente de grasa, sino de masa muscular y agua. El perder masa muscular propiciará el incremento del porcentaje de grasa, enlentecerá al metabolismo y lo pondrá más propenso al rebote.
Cuando se utilizan productos quemadores de grasa o capturadores de grasa de los alimentos, privamos a nuestro cuerpo de la grasa mala pero también de la buena que necesitamos para vivir, esto ocasiona que al consumirlas nuevamente dentro de la dieta, y sin ayuda de ningún producto, se genere efecto rebote.
Además, es importante saber que cuando se pierde masa muscular, la reducción no se notará tanto físicamente ; en cambio, cuando es una reducción de solo grasa el cambio será notable desde los primeros kilos, el metabolismo se acelerará de manera natural y será más complicado recuperar el peso perdido. Es decir, el metabolismo sí se educa cuando la reducción es solo de grasa.
La regla general es realizar una dieta balanceada y equilibrada de acuerdo a nuestros requerimientos y necesidades nutricionales, con una estrategia especial para cada caso y una combinación especial de alimentos que aceleren al metabolismo de manera natural.
Cuando hablamos de reducción saludable, nos referimos a la reucción de solo el porcentaje de grasa. La reducción de peso nunca debe ser del porcentaje de masa muscular y en el caso que se genere pérdida de agua por un mecanismo natural, esta se debe reponer adecuadamente durante el consumo de líquidos diarios recomendados.
Cuando utilizamos productos para bajar de peso como diuréticos o aplicamos dietas demasiado hipocalóricas, podemos perder varios kilos a la semana; sin embargo estos kilos no serán precisamente de grasa, sino de masa muscular y agua. El perder masa muscular propiciará el incremento del porcentaje de grasa, enlentecerá al metabolismo y lo pondrá más propenso al rebote.
Cuando se utilizan productos quemadores de grasa o capturadores de grasa de los alimentos, privamos a nuestro cuerpo de la grasa mala pero también de la buena que necesitamos para vivir, esto ocasiona que al consumirlas nuevamente dentro de la dieta, y sin ayuda de ningún producto, se genere efecto rebote.
Además, es importante saber que cuando se pierde masa muscular, la reducción no se notará tanto físicamente ; en cambio, cuando es una reducción de solo grasa el cambio será notable desde los primeros kilos, el metabolismo se acelerará de manera natural y será más complicado recuperar el peso perdido. Es decir, el metabolismo sí se educa cuando la reducción es solo de grasa.
La regla general es realizar una dieta balanceada y equilibrada de acuerdo a nuestros requerimientos y necesidades nutricionales, con una estrategia especial para cada caso y una combinación especial de alimentos que aceleren al metabolismo de manera natural.